Última Planta con Vistas Abiertas en el Corazón de Malasaña

Disfrutar del cielo desde el centro de Madrid no es un sueño: es una posibilidad real desde los balcones de este encantador piso en la calle Velarde. Un inmueble con alma, luz, y muchísimas opciones para transformar o disfrutar tal como está.

EL PISO

Ubicado en una tercera y última planta, este piso es un verdadero regalo para quienes desean vivir en el centro de Madrid sin renunciar a la luz y la tranquilidad. Los dos balcones exteriores no solo aportan ventilación y encanto: regalan vistas despejadas al cielo, algo muy poco común en esta zona, gracias a que el edificio de enfrente es ligeramente más bajo.

Actualmente, el inmueble cuenta con 2 habitaciones exteriores (una doble y una individual), muy luminosas, un salón principal y otro secundario (actualmente equipad a despacho y comedor), ideales para distintos usos o para redistribuir, cocina independiente, reformada y funcional, un baño actualizado, también con ventana. Ventanas en prácticamente todas las estancias, lo que garantiza luz natural durante todo el día.

¿Buscas una vivienda con potencial? Este piso permite múltiples configuraciones, como por ejemplo convertir uno de los salones en una tercera habitación, ampliar la zona de día y sacar un gran salón exterior o incluso dividir el inmueble en dos apartamentos independientes, gracias a sus dos entradas (una desde la corrala y otra desde el núcleo central), lo que lo convierte en una gran oportunidad de inversión.

Aunque actualmente no dispone de ascensor, la comunidad ya ha valorado su instalación y existe espacio suficiente para hacerlo en el futuro, lo cual puede aumentar notablemente el valor del inmueble.

EL BARRIO DE MALASAÑA

Estar en Malasaña ya es un privilegio, pero estar entre la plaza del Dos de Mayo y la Corredera Alta de San Pablo es estar en el corazón vibrante y mejor comunicado del barrio.

Vivir aquí significa estar a pasos de Tribunal, Justicia y Chueca y disfrutar de una zona auténtica, joven y con carácter.

Malasaña es mucho más que un barrio de moda. Es un símbolo de la vida madrileña, con una mezcla única de tradición castiza, modernidad alternativa y vida de barrio. Sus calles están llenas de cafés con encanto, tiendas independientes, galerías de arte, mercados urbanos y rincones históricos.

Un lugar donde cada portal tiene una historia, y donde vivir se convierte en una experiencia diaria.

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