Comprar un Piso en Madrid con un Crédito Hipotecario

Entré con una sonrisa, pero ¡casi salgo corriendo!Si hay algo que me da miedo es endeudarme hasta las cejas y la propuesta del director del banco me asustó.

El Sr. López, serio pero agradable, vestido como un pincel y enjuto en su traje azul marino, me sugirió una hipoteca del 80%. Después añadió que habría podido llegar al 100% de la hipoteca. ¿Al 100%? ¿Hoy en día? Salí del banco con la cabeza hecha un garabato. Llegué a casa, cogí el teléfono y llamé a mi hermano. "Juán, ¿conoces a algún agente inmobiliario de confianza?". Pues claro, ¡a quién no conoce mi hermano!

Me reuní con él y le expliqué la situación. Le conté mi sorpresa ante la oferta del Sr. López (¿100%?). El agente me miró, sonrió, y me explicó: 'el Banco de España no permite a las entidades financieras el conceder hipotecas superiores al 80% del valor del inmueble. Pero sí pueden conceder el 20% restante a título de préstamo personal. 'Da igual', le dije, 'tengo dinero ahorrado y ya no tengo edad para esas cosas'. El agente volvió a sonreír y siguió explicándome.

El chaval (era un chico joven) me dio el siguiente consejo: 'pide una hipoteca correspondiente al 60% del valor del apartamento, solicita un crédito para la reforma y después alquila el piso por un año'. Se me iluminaron los ojos.

Ahora bien, yo de tipos de interés... ni idea. 'Tienes tres opciones', me dijo el joven. 'Puedes solicitar una hipoteca a interés fijo, a interés variable o a interés mixto'. Sacó una libretita y empezó a escribir números, parecía una clase particular. Tras explicarme la diferencia entre ellos me incliné por el interés variable.

'Mira', me dijo el chaval, 'este tipo de préstamos se actualiza periódicamente de acuerdo a unos valores conocidos como índices de referencia'. Sacó su ordenador y continuó: 'de esa actualización se ocupan las entidades bancarias, para garantizar la transparencia de las operaciones a los clientes, mediante índices oficiales del mercado hipotecario que establece y publica el Banco de España'. Tras decirme eso trasteó con el ordenador y empezó a enseñarme los índices: 'seguro que alguna vez has oído hablar de ellos, los más utilizados son el IRPH, el Conjunto Entidades y el Euribor'.

Estaba satisfecho. Le miré y le dije: 'entonces ahora llega la parte más divertida, ¡elegir el piso en Madrid!'. Dejamos la cosa en que él habría buscado algo para mostrarme. Tres días después me llamó: 'oye Luis, que he encontrado un pisito en el centro de Madrid muy chulo'. Ese mismo día estaba firmando un precontrato, condicionado a que encontrara un préstamo hipotecario. En otras palabras, si encontraba la hipoteca adecuada el trato estaba hecho.

Yo ya me iba a ir a mi banco, pero el chico me paró y me dio un consejo: 've a varios bancos y pregunta por las condiciones que cada uno tiene para las hipotecas. Después ve a tu banco y muéstrale al director la mejor oferta que te han hecho'. El aguililla era joven pero... ¡vaya tela! Y la cuestión es que tenía razón. En cuanto llevé las condiciones de los otros bancos al mío, tardaron cerocoma en igualarme las condiciones. Ahorré en la tasación, en las condiciones de la hipoteca y, por si fuera poco, recibí un descuento en la tasa de interés final.